Sus ojos de azabache
Su nariz endeble
Las cejas tupidas
Sus dientes metálicos
El vello cubriendo su piel
Su voz acariciándome el alma
Sus canciones arrullándome el corazón
Su terapia...
Mi sangre...
Su gozo.
Mi entrega.
¿Qué pasará?
Creo que nadie lo sabe...