31 marzo 2009

RESPLANDOR AMOROSO




Hoy me soñé sobre tu pecho
Mis cabellos desparramarse
en las sombras
Tu rostro confuso y errático
¡Vaya perplejidad!
¿Era ese tu Edén?
Éramos los primeros,
los únicos...
los amantes...
Fulgor enardecido
que se amalgama en amor
Llorábamos nuestras fantasías
en hábiles inspiraciones agobiantes
Bailaban los besos,
las caricias,
las flores del jardín...
Y no había prisiones
sólo la libertad de tenermos;
la ventisca de disfrutarnos
lejos de los otros,
enlazados en gemidos,
sembrando girasoles
y viendo lo que no queríamos ver
Éramos todo y nada
Somos el amor
Capaz de dar,
recibir
y sentir
la realidad de todos los amores.
Creemos la luz
para descubrir el sendero
que nos haga volver al amor.

© Nora Mabel Peralta.
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Copyright (C) Nora M. Peralta 2003-2009 Norah Perlatt by Nora M. Peralta-Luis Guillón,Buenos Aires,Argentina. votar

28 marzo 2009

ENCUENTRO






Todo el sol,
toda la lujuria...
En tu corto grito,
con tus eternidades leves
acoplándose...
En las sombras aburridas
de las oscuridades infernales
Te ilusiono, me despierto
y te ilusiono.

Mi alma...la abrigas
Se dispersa en la tenue luz
Como una gota liberada
Partes y te cubres
Desdoblas nerviosamente:
los desamores, las pestilencias
y los olvidos de estas entrañas.

Estancas en tus labios
mil besos divulgados.
Papilas saladas, agrias,
dulces e iracundas.

Tensas al descuido
tus muslos que descubren
los míos.
Los labios cosquilleando tu suavidad
Y las cascadas transparentes
de nuestras salivas...
tan recordadas.

Antes lleno,
te amalgamaste a mis gemas
Rápidamente...
velozmente.
Para ser parte de mis
uniones, protuberancias,
cicatrices y corajes...
Para finalmente
llenarme de ti.

Vos y yo
en variados coloridos
Hasta el cénit.
Hasta el éxtasis.
Solo uno en el abrazo.

© Nora Mabel Peralta.



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Anhelo

Eco de mis pupilas
Herida de mis paisajes
¡Conquistador de mis tierras!
¡Oh, mi guerrero enamorado!
Abrazas mi corazón de tus hálitos
Y te me floreces en el pecho.
Incienso de mi lengua...
Sonrisa de mi vuelo...
Caricia de un lento silencio...
Eres el mensajero de mis mieles
y me maduras en el alma los gemidos
que esperan en encuentros tus latidos.




©Nora Mabel Peralta-Fecha de creación 28/03/09 04:48 P.M.

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RECORDAR



Los antiguos creían que los sentimientos residían en el corazón. Para Aristóteles, el corazón era el órgano fundamental del organismo humano, y el cerebro, apenas un mero coadyuvante. En esa época se creía que la memoria estaba alojada en el corazón; de ahí que los romanos emplearan la palabra recordari, derivada de cor 'corazón', que llegó a nuestra lengua como recordar. En el portugués contemporáneo, saber una cosa de memoria es conocerla de cor (etimológicamente, 'del corazón').

Si los sentimientos se alojaban en el corazón, nada más natural que, cuando dos personas se ponen de acuerdo, digamos que concuerdan o que acuerdan, con lo que el corazón ya está presente otra vez (del latín vulgar accordare). Y si no se ponen de acuerdo, decimos que discuerdan. En el español antiguo -y en muchas regiones, en el contemporáneo- acordar o recordar significaban 'despertarse, volver en sí después del sueño'.


25 marzo 2009

DESAYUNO PECULIAR

Primero exploró el lugar como una irreverente burla previa a la verídica acción.
Un techo pequeño que necesitaba pintura y denunciaba el minúsculo pulso del pintor. Años atrás blanco, ahora, ambarino a causa de la nicotina que se había encerrado innumerables veces en el lugar.
Por los cuatro costados descendían las paredes de color beige un tanto humedecidas y tan veteadas por las caprichosas manchas de humedad que suelen liarse en muchos ambientes de las casas de Buenos Aires.
Todo se encerraba en esos dos metros cuadrados. Luego observó la pequeña claraboya y las máculas de goteras que la lluvia solía producirle. A su derecha, la ducha tan alta que no le permitía acomodar nunca la caída del agua y debajo los tres grifos de colores como un semáforo: rojo, amarillo y verde
Una mosca, su vuelo, su zumbido y su perpetua asquerosidad fueron la única compañía. Se posaba en el espejo del botiquín y ahora eran dos. ¡Qué molestia!
Cerró el grifo de agua caliente del lavabo, perdía y todo sonido parecía sacarla de su ensimismamiento.
Preparó el agua en la bañera. El líquido era agradable al tacto y a la vez reconfortante. Acercó los potes de champúes y enjuagues. Toda el agua se sació con espuma de lavanda. Quiso llevarse los últimos aromas. Unas gotas de fragancia francesa se derramaron del vaporizador sobre sus muñecas cual desinfectante que los cirujanos desparraman en las heridas. Era el segmento de su vida. Se quitó el diminuto camisón de satén fucsia y lo dejó desparramar en el felpudo. Descorrió las cortinas blancas. Observó aquella jabonera con forma de cisne y no logró recordar quién se la había obsequiado. Pero si recordó su simbolismo. Observó el mismo cisne en su hombro, el “ex libris”, las tintas…
Alejó los toallones, porque esta vez nada impediría su cometido... Aún le dolían los músculos de los brazos y de la espalda. Ya desnuda observó su cuerpo. Pasó sus lánguidos dedos sobre aquella línea transversal. Entonces recordó que era madre. Pero, nstintivamente, su mente le ordenaba que no iba a anular su decisión.
El lugar estaba desolado. Eran las tres de la tarde. Nadie se hallaba para detenerla. Había descolgado el teléfono. Hacía más de trescientos días que no portaba su cruz, lo cual le hacía olvidar la religión.
Recordó la escena previa. La burlona y asquerosa mosca.
Trabó la puerta del recinto con llave. Apoyó la hoja de afeitar en una grieta de la bañera. Quién sabe su subconsciente esperaba que ésta se la tragara.
Retiró su reloj de la muñeca izquierda. Las agujas acusaban las tres y media de la tarde. Treinta minutos de rito previo.
¡Parecieron una inconmensurable eternidad!
Introdujo su pie izquierdo, luego el derecho. Se incorporó en el agua y comenzó a disfrutar del momento. Cerró los ojos. Ahora se aparecían en su mente afables bosques repletos de capullos. Aromas casi conmovedores. Sin quererlo se estaba sintiendo bien.Pero nada podía ya postergarse.
Un aura de nostalgia comenzó a desfilar por los inescrutables escondrijos de su mente: la primaria, la adolescencia, el primer amor, el matrimonio, la maternidad, el fracaso, la desolación y los amores imposibles..
Pero ahora todo se tornaba borroso. Todo la cegaba como una abominable decepción.
Estiró su mano hacia un sobre que se encontraba encima de la tapa del inodoro. Le daba miedo abrirlo. Sin embargo, lo hizo para comenzar a releerlo. En ese instante se dio cuenta de todo. Del disparatado cálculo. De lo cruel y fortuita que suele ser la imaginación.
-Señorita... ¿Qué se va a servir?-la interrogó el mozo de La Bohemia.
Juliana se quitó los lentes, cerró su cuaderno de escritura. Dejó de mordisquear el capuchón de su bolígrafo para luego apoyarlo en la mesa. Reexploró el lugar y pudo observar la hora en el reloj de la pared. Eran las ocho ¡Las ocho! ¿De la mañana... de la tarde? No podía saberlo...
-Señorita-volvió a interrumpirla de sus pensamientos, el solícito empleado-¿Qué va a desayunar esta mañana?



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Saludo

23 marzo 2009

EL IDILIO DE LA LUNA




Jugaba inquieta en la noria del amor
la deseosa luna, su encaprichado vicio absurdo;
trotando las distancias sin perdón
en la bóveda de aquel cielo tan mudo.

Y al tiempo que crecía su hermosura
lamía apetecibles copas de tragedias...
Las necias sombras alumbraban sepulturas
dejando un endeble mar con aroma a quimeras

Briosa, con su aliento fragante de muchacha
corría ensalzando su platinada vida...
Persiguiendo las rancias estrellas de hilacha
por el largo pendón de aquella noche fría.

Y un dispendio de polvos y cenizas
resultó ser tan sólo su deseo
El mundo le quebró su luz plomiza
velándola con lágrimas arcaicas y sin consuelo.

Ya no trota feliz, la luna en la noria
porque sucumbe infeliz a su destino adusto.
Vivirá enternecida sólo con la memoria
de haber conocido un amor tan augusto.






Nora Mabel Peralta. Fecha de creación 06/01/03 03:17 P.M.

17 marzo 2009

¿Abrumado?




A menudo un sentimiento que no puedo describir llena mi corazón y todo mi ser. Se presenta cuando hay un profundo amor, pero un sentimiento parecido llega también con el miedo, la angustia, el dolor, la desesperanza y la frustración.


Hay ciertamente algo muy similar en emociones muy diferentes: el sentirse abrumado. Puede ser amor, puede ser odio, puede ser rabia; puede ser cualquier cosa. Si es demasiado, entonces te da la sensación de sentirte abrumado por algo. Incluso el dolor y el sufrimiento pueden crear la misma experiencia, pero el sentirse abrumado no tiene valor en sí mismo. Solamente demuestra que eres un ser emocional.

Esta es típicamente la indicación de una personalidad emocional. Cuando se trata de rabia, es toda rabia. Y cuando es amor, es todo amor. Casi se embriaga con la emoción, se ciega. Y cualquier acción que surge de ahí está equivocada. Incluso si es un amor abrumador, la acción que surgirá de ahí no será la correcta.



Reducida a su base, cuando estás abrumado por alguna emoción pierdes toda razón, pierdes toda sensibilidad, pierdes tu corazón en ello.


Llega a ser casi como una nube oscura en la que te pierdes. Entonces cualquier cosa que hagas va a estar equivocada.

El amor no tiene que ser parte de tus emociones. Esto es generalmente lo que la gente piensa y experimenta, pero todo lo que abruma es muy inestable. Llega como el viento y pasa, dejándote atrás, vacío, destrozado, triste y con dolor.

De acuerdo con aquellos que conocen la esencia entera del ser humano - su mente, su corazón y su ser - el amor tiene que ser una expresión de tu ser, no una emoción.

La emoción es muy frágil, muy cambiante. En un momento parece que lo es todo. En otro momento estás simplemente vacío.

Así pues, lo primero es sacar al amor de esta multitud de emociones abrumadoras. El amor no es abrumador. br>


Por el contrario, el amor es una enorme revelación, claridad, sensibilidad, conciencia.


Pero esa clase de amor raramente existe, porque muy pocas personas alcanzan alguna vez su ser.

Hay personas que aman sus automóviles... Ese amor viene de la mente. Y luego amas a tu esposa, a tu esposo y a tus hijos; ese amor viene del corazón. Pero, debido a que éste necesita del cambio para mantenerse vivo, y tú no puedes mantener su estado cambiante, se vuelve rancio. El mismo esposo todos los días... es una experiencia tan aburrida. Atonta tu sensibilidad, atonta cualquier posibilidad de alegría. Empiezas a olvidar poco a poco el lenguaje de la risa. La vida se convierte simplemente en trabajo sin ninguna alegría. Y uno tiene que trabajar porque tiene esposa e hijos.

Tienes que sacar al amor del asidero emocional en el que ha estado desde tu nacimiento, y tienes que encontrar una ruta hacia tu ser. A menos que el amor se convierta en parte de tu ser, no va a ser muy diferente del dolor, del sufrimiento, de la tristeza.





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LOS LÍMITES DE LA MENTE





"La mente puede aceptar cualquier límite donde sea. Sin embargo la realidad es que, por su misma naturaleza, la existencia no puede tener límite alguno, porque más allá de los límites, volverá a haber otro firmamento. Es por eso que estoy diciendo que firmamentos sobre firmamentos están al alcance de tu vuelo. No te contentes fácilmente. Aquellos que se quedan contentos fácilmente permanecen pequeños: pequeños son sus gozos, pequeños son sus éxtasis, pequeños son sus silencios, pequeños son sus seres. ¡Pero no es necesario! Esta pequeñez es una imposición propia sobre tu libertad, sobre tus posibilidades ilimitadas, sobre tu potencial ilimitado."
Osho

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